Sunday, March 21

...cose, rie e impresiona!


...esa es mi nueva "frase de cierre". Tatiana me lo recomendó y me gusta la idea para crear cierta "auntenticidad" jeje. El acento de "ríe" me lo comí en el título por causas agenas a mi voluntad, pero en fin les cuento el dilema entre un alfiler y yo.

“Hago lo posible para que no odies la costura…”
palabras sabias de mi maestra. Es que no me salía poner un alfiler del patrón a la tela sin romper el patrón, y a su vez no dejar que el patrón ni la tela se moviera mucho. Le dije a mamá que me llevaría una tela con alfileres sólo para practicar la técnica. Es que ella lo hace tan facilito... tanto que tu prácticamente le quitas el alfiler de la mano, intentas ponerlo y terminas pinchándote.


En mi última clase cortamos el patrón del traje y la tela. Lo próximo es hilvanar las pinzas y la parte de los hombros a mano – todavía no he tocado la máquina de coser. Mami desarrollará mucha paciencia conmigo, ¡más de la que ya tiene! Creo que mencionó algo de orar antes de la clase o algo así... ya se imaginan. Pero no soy tan mala en esto. Me defiendo con “¡es mi primera vez!” y queda resuelto. Ya cuando me toque una segunda vez me chavé, no podré usar esa línea... ¿cual otra podré usar? jmmm... luego pienso en eso...


Volviendo al alfiler, quien se imagina que un simple alfiler pueda hacerle la vida a uno de cuadritos. Cuando lo analizas, llegas a la conclusión de que todos los das nos tropezamos con un alfiler - tu sabes ese ALGUIEN que te da el dolor de cabeza diario... pero en serio ¡el mío literalmente era un alfiler de verdad! Bueno que de momento vienen esos pensamientos negativos a tu cabeza de "no puedes". De nuevo ¡¡¡es el alfiler!!!


De pinchazo a pinchazo un alfiler podría estar en las manos de un Giorgio Armani, o de Roberto Cavalli... ¡como también en las mías! ¡ja! A fin de cuentas hasta podría ser descriminado por pinchar, estar doblado o roto pero él es el que une cada pieza del patrón antes de coser. ¿Qué se le puede hacer? ¡A pincharse se ha dicho!


Gracias por leer y recuerda... cose, ríe e impresiona!



Wednesday, March 10

Entrevista a Sol Ortiz: mi madre, mi maestra, mi inspiracion...


Nombre

Sol Ortiz

Fecha de Nacimiento

18 de septiembre de 1956

¿A qué edad comenzaste a coser?

A los 13 años

¿Qué te motivo?

Una desilusión en sexto grado. Una costurera me iba hacer el traje de graduación, se le enfermó la hija y avisó a mami a última hora. La vecina del taller de mecánica de papi era costurera. Como todas las costureras, ella tenía tela extra en su taller, encontró un pique rosa y me hizo un traje corte princesa.

¿Te gustó?

No. Aquí va la desilusión. No me gustó el traje pero me lo puse. Tenía que cantar Preciosa y Lamento Borincano en la graduación. No me quedaba remedio, tenía que ir. Cuando llegué a la escuela mis compañeritas me saludaron, pero hubo una que me miró de arriba abajo… como diría mami, me miró como si estuviera cag**** Después de sentir su mirada, me fui al baño a llorar, y ya no quería salir a cantar. Luego los maestros me consolaron, canté y ¡me aplaudieron!

¿Qué fue lo primero que te cosiste?

Cogí un curso por correo, me hice una falda corta.

¿A quién fue la primera persona que le cociste, la ocasión y qué fue?

Titi Emily, el uniforme de la escuela.

¿Quién te enseñó a coser?

Además del curso por correo, nadie. Mami no sabía coser pero tenía una maquina viejita y con ella comencé a coser. En 4to año de escuela superior estaba en general/vocacional, y escogí Asistente de Modista. Ahí aprendí a corregir lo que hacía mal.

Cuando me casé hice los trajes, el de dama para Emily y el de la nena florista. Mi primera máquina de coser nuevecita de paquete me la compró Eliu, mi esposo. Luego cogí un curso en Bayamón para hacer patrones. Después de ese curso entré a la Academia de Carlota Alfaro para adquirir más conocimiento. Trabajé en Angie Fashions cogiendo ruedos, y aunque fueron sólo dos semanas, adquirí experiencia. También trabajé en una fábrica haciendo gorras por 7 meses. Aparte de eso le hacía almohadas cervicales para el suegro que era quiropráctico.




Hoy en día Sol se concentra más en la confección de vestuario de danza. Esto comenzó con un grupo de 8 danzoras, yo incliuda, en el 1996. Catorce años después, el grupo de 8 se ha multiplicado y el nombre de Sol se ha expandido en varias iglesias dentro y fuera de Puerto Rico.

¿Hay alguna meta? ¡Claro que la hay! Está dándole forma a su taller, ahora con el nombre "Solé, Taller de Costura y Sastrería", y siguen cambios muy buenos. Mas allá de eso, quiere que sus hijas o nietos se queden con el patrimonio que ella deja si ya no estuviera con nosotros… para eso falta un montón y Glenda y yo nos estamos preparando.

Hasta hoy, Sol ha cosido lo inimaginable a decenas de personas… vestuario de payasos, vestuario de danza y accesorios, estandartes, trajes de baño, cortinas, disfraces y toda clase de alteraciones.

















Son muchos los recuerdos que vienen a mi mente mientras mi mamá contesta las preguntas, entre ellos - el mal olor de la pega de las almohadas verticales. Pero más que nada, y hablo por Glenda aquí también, nos sentimos muy afortunadas en tener una mami que pudiera cosernos cuando lo necesitamos o nos antojáramos. No todas podrían decir eso. Desde uniformes de la escuela, trajes de graduaciones, del Senior Prom, hasta el traje de mi boda - mi mamá ha sido el hilo para unir las telas en el proceso de nuestras vidas.








Medicion

Cada costurera tiene su forma de medir. La medición es un formato que puede cambiar dependiendo de la persona que cose pero, este debe ser constante. Mi maestra sabe las medidas de memoria, es decir, la secuencia de “ancho de espalda, talle de espalda, hombro al busto…” se la sabe sin tener que consultar que va primero y que va después. Obviamente que yo no, estoy en esas. Claro que no me las tengo que memorizar como si fuera a recitar una poesía, pero sería útil aprendérmelas ya que facilita el proceso. Ahora bien, la medida que más problema me dio es la última: el tiro. Para todas esas personas que no saben lo que es aquí va.

Según la Real Academia Española:

tiro - distancia desde la unión de las perneras de un pantalón hasta la cintura.

Anjá Marisol, ¿y que rayos es perneras?

perneras - Parte del calzón o pantalón que cubre cada pierna.

¡Olé!

Ahora la definición puertorriqueñisada de Marisol:

tiro - es la distancia que va desde la cintura al frente hasta la cintura atrás, pasando por el entre piernas. Esta medida es necesaria para cuando vas hacer un pantalón.

¿Un mapa? ¡No hay problema!

Difícil... difícil porque si el procedimiento lo haces mal, ermmm… el cliente te puede acusar de hostigamiento. O si eres tú a quien están midiendo e ignoras esto, que no te pase como a Joey y Chandler. ¡Ja!




¡Hasta la próxima! God Bless

how to...


Botones, agujas, hilos, alfileres, tijeras… y lo más importante, máquina de coser, telas, telas y más telas. Es gracioso pensar que a mis casi 27 años de edad (¡oh Dios! ya casi son 3 décadas) deseo aprender a coser. Desde que tengo uso de razón mi mamá cose y hasta el sol de hoy todavía lo hace. Lo peculiar del caso es que ni a mi hermana Glenda ni a mí nos interesaba aprender a coser, es más, lo odiábamos. Creo que es como comer desde los cinco años arroz con corn beef tres veces por semana, 10 años después te va apestar.

Cuando pequeña mi mamá nos arrastraba a mi hermana y a mí al Telar, Capri, La Aguja y a cuanto sitio que tuviera que ver con costura. Cualquier sitio en el lugar más incógnito, mi mama tenía conocimiento de él. Y la mejor parte es que todavía tiene ese don, como quien dice “ella mantiene su guía updated”.

Entre un mar de telas e ideas Glenda y yo crecimos. En lo personal era genial, porque mamá nos cosía - y todavía nos cose - trajes, uniformes, en fin todo tipo de ropa que el momento especial lo amerite. Así que hace unos meses decidí aprender a coser, y quien mejor que mi mamá como maestra. El propósito de este blog es compartir mi experiencia con ustedes y quien sabe si inspiro a una que otra persona.

Esta semana tuve mi primera clase y aprendí lo básico de lo más básico: equipo necesario, instrumentos para medir, para marcar, para cortar, etc. Además aprendí que esto NO es fácil, que hay que dedicarle tiempo y ponerle empeño. Comenzando desde cero, con rueditas en la bicicleta o si no me caigo y me doy senda pelá en las rodillas. Después de mi primera clase, definitivo que no podré hacer un traje en 10 días pero a eso vamos… como dije, dedicación y empeño.

Para la próxima prometo traer fotos de lo que tenga y unas cuantas cositas más. Espero que disfruten lo que traiga semanalmente.

God bless!!!