Ayer, como casi todos los jueves, visité a mamá en el taller de costura. Hay días que son más rápidos que otros, y ayer no fue la excepción. Mi madre tiene muuuuucho trabajo y a decir verdad, dentro de lo que puedo la ayudo. Pero siempre en medio de ese "rush" llega un momento que le digo "quiero renunciar mañana mismo pa venirme contigo a trabajar". A orar por eso...
Pues como les decía, es mucho el trabajo, pero Dios siempre se encarga de enviar ángeles a donde ella para que le ayude. Por ejemplo, siempre esta Myrtha. Creo que de todas las personas que he visto trabajar con mi mamá, Myrtha es la otra mitad que complementa. La verdad es que son un buen equipo: mientras mami hace algo, ella hace otra cosa.
Ayer, después de yo escudriñar con vanas preguntas y toda la intención del mundo, Myrtha me contaba que desde siempre le gustó la costura y se dedicó a ella en sus días de juventud, y valga la pena aclarar, para su edad (no a ser revelada aquí) ella se conserva muy joven, ¡tan poco crean que se cae en cantos! Trabajó por varios años con un diseñador de trajes de novia y luego en una fábrica de pantanlones. Obtuvo su conocimiento básico con su hermana, como ella dice: "me le pegaba a ver que hacía mientras cosía" y luego estudió en una vocacional. ¿Quién iba a pensar que terminaría cosiendo con la famosisíma Sol Ortiz? ¡jaja!
¡Hasta luego!
Cose, ora, pega, danza, ríe y sigue impresionando pa' que te empleen. jejej
